jueves, 27 de mayo de 2010

Soledad.

A las cinco de la tarde me senté en medio de la calle, en ese entonces, el sol brillaba, los pájaros cantaban y las personas transitaban.
Ya son más de las diez, el sol me abandonó, los pájaros volaron y las personas llegaron a sus refugios, mientras yo aún estoy aquí, esperando que alguien recuerde mi existencia. Cuántos amigos, cuántas personas que me "querían" se han ido por sus propios caminos sin importar que yo esté aquí, desolada.
Hace mucho que comenzó la noche, no hay ni un auto por las húmedas calles de la cuidad, ni un respiro que me haga compañía, sólo estoy yo, mi bolso y mi sombra, con los que siempre he estado, con los que siempre estaré..





Así es la vida..






Paz.

viernes, 14 de mayo de 2010

Vuelo.



Sólo bastó con cerrar mis ojos y estirar los brazos para irme de aquí, sentí el viento que poco a poco inundaba mi cuerpo, quería llegar a mi destino desconocido y buscar lo que en la superficie nunca encontré, entonces parada ahí en la mitad de la nada, cerré los ojos, estiré los brazos y no me importó mas nada, solo volar y tocar las nubes que ya esperaban por mí. En el momento en que miraba el cielo estando en el mismo paraíso, abrí los ojos y me di cuenta que la parada final del autobús se aproximaba.






"El cielo no es un lugar, ni un tiempo. El cielo consiste en ser perfecto".

Juan Salvador Gaviota.






Paz.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Para, observa, medita y luego anda.

Vas caminando por la calle con mil y un problema en la cabeza, nadie puede resolverlos por ti, porque así la vida sería muy cómoda y no tendría sentido la palabra madurar. Es mejor parar en medio de la calle a intentar encontrar una solución que seguir caminando echando más problemas al hombro, es mejor caer y levantarse mil veces que seguir andando sin haber aprendido nada. Es mejor observar que las personas que transitan por la vereda, estresadas, separadas, con problemas o mucha pena ya pararon a solucionar sus problemas y lo lograron. Es mejor meditar nuestros errores para aprender de los mismos y guiarnos de la valentía de don Juan el carpintero.
Luego de haber hecho todo eso, luego de haber solucionado tus problemas, puedes caminar, que tu destino ya está listo para comenzar a andar en tierra firme sin miedo.
En ese momento, cuando estás parado en la mitad de la calle pensando en tus problemas, te das cuenta que no hay nadie para ayudarte, que destino es sólo tuyo, tú lo construyes y en este mundo no hay nadie tan generoso que haga la mano de obra gratis.


Paz.

sábado, 1 de mayo de 2010

Queda prohibido cruzar en diagonal.





Me detuve, la luz del semáforo había dado la luz roja y las normas de la vida y de seguridad dicen que al hombre rojo detenido hay que imitar. Mientras esperaba la verde vi a un hombre, casi calvo, de terno azul, lentes esforzados y su típico maletín de estress. El sujeto que supongo que por su expresión de cansancio que llevaba no pensaba en otra cosa que en llegar temprano a casa, no dudó en hacer más expreso su camino y cruzar la calle en diagonal, algo en él, todavía no sé qué, me llamó la atención y lo observé muy detalladamente, al principio se puso delante de todas las personas para ser el primero en atravezar la avenida, luego cuando vio que aquel semáforo estaba en rojo, se cambio de lado y cruzó en diagonal sin mirar mas allá de su objetivo, llegar a quién sabe dónde. Quién lo perseguía? Quizá el tiempo en deuda que tenía con su vida abandonada. Pobre hombre, lo único que quería era acortar camino para tener cinco minutos más de descanso, para alcanzar a tomar el bus que lo llevaba a casa, para simplemente llegar más rápido al lugar más seguro y placentero que conocía pero lo que él no sabía es que en diagonal no se cruza, que al personaje detenido hay que imitar, que el tiempo te puede dar unos segundos más, pero que no hay que apresurar al destino, no hay que correr, si al final de todo, igual llegamos a nuestro destino sin tener peligro alguno. Después de ver la muerte de aquel sujeto me di cuenta de algo, nunca debemos acortar camino y cruzar en diagonal, quizá sí, ahorramos algunos segundos de nuestro preciado día pero si esperamos y hacemos lo correcto, nuestra vida siempre estará a salvo.




Paz.