
El suelo parejo me dice lo pareja que es la vida, sin mayores dificultades, aunque algunos van a cavar un hoyo para tropezarse y sentirse desgraciados. Luego andan mendigando lástima.
Hace un tiempo comenzé mi camino, creo que no escoguí una carretera tan mala o quizá al avanzar y luego mirar atrás ya no se ve tan clara. Sólo puedo decir que ya pasó. Se superó. Continúo avanzando, me gusta caminar, me siento cada vez más libre, siento que cada vez que avanzo aprendo más. Pero cada vez me siento más sola. Creo que es la ley de la vida. Al final de todo, siempre estamos solos. Debo admitir que eso me ha costado superar, además, recién lo estoy dejando atrás, pero ya puse el punto aparte. Ese tema ya no es tema, ya no importa, se superó. En mi camino a la felicidad me he encotrado con varias personas, personas que hacen el bien y el mal, hay de todo en esta vida. Y me alegro de conocerlas, a todas, sin excepción, todo eso me ha ayudado a ser como soy hoy, no perfecta, quizá a ti no te guste, pero yo soy como soy.
Sí, es verdad, mi camino ha tenido varios desniveles, es que hace poco hubo un terremoto, recuerda, entonces, cómo no va a tener grietas mi suelo. Pero no se separó, y lo sé, no está excelente, pero aún sobre él puedo caminar sin miedo.
Este es recién el comienzo, pero sea bueno, regular o malo, siempre me ha gustado andar, caminar, con o sin rumbo, con o sin apuro, con o sin acompañante, es divertido, es provechoso, es improvisado, es infinito...
Trato de calcular cuánto he avanzado, en lugar de cuánto me falta por andar.
Paz.