lunes, 30 de mayo de 2011

Transparencia.

No sé cómo ni cuándo me sucedió esto. Nunca me imaginé que iba a llegar tan lejos. Tantas veces pasó frente a mi, siempre estaba cerca mio pero yo nunca lo veía. En ese tiempo quizá creía que no era lo que yo quería. Me sentía superior, me sentía mejor, y nunca llegué a la conclusión de que todos somos iguales. Y es que mi cabeza hace unos años estaba vacía. Todo lo que yo creía lo máximo en mi vida, era vacío. Amigos vacíos, entretención vacía, día a día, vacío. Era mi rutina y tal vez por eso nunca me percaté de lo podrida que era mi vida. Mi familia no me importaba, incluso llegué a pensar que no los quería. Fue un gran momento de estupidez. Y largo.
Lo recuerdo. Él era tímido, pero se notaba que lo que decía era siempre verdadero. Le costaba hablarme. Pero lo hizo. En ese entonces yo estaba "enamoradísima" de el popular del colegio, un completo imbécil.
Ahora me doy cuenta de lo que perdí, han pasado los años y yo estoy sola, no hay nadie aquí. He hablado con él después de mucho tiempo y me contó que tiene una familia, es feliz. Envidié sanamente a esa mujer, pues yo pude haber sido dueña de él y lo devolví, lo rechazé, lo ignoré
Es domingo, estoy sola, con mi gato y mi café, mis amigos los perdí, mi vida la aplasté y lo único que puedo hacer ahora, es escribir.



Paz.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Historia de un paradero.

Todos los días esperaba que llegue la fría mañana sólo para verte. Siempre odié levantarme temprano, nunca me ha gustado mi trabajo, pero por ti, por verte solo unos minutos, me puedo desvelar toda la noche, puedo hacer cualquier sacrificio.
Sé que mientras yo te miraba en la parada de bus, tú también lo hacías de reojo, sentía que me sonrojaba, sentía que te dabas cuenta, sentía que sabías lo que yo pensaba de ti, sentía que sabías que te amaba. Eso me ponía nervioso. También a la vez, me volvía loco. Quería hablarte, pero mi personalidad no era suficiente para hacerlo.
Recuerdo ese día y aún siento el corazón saliendo de mi pecho. Yo iba mirando por la ventana del bus, la respiración de los pasajeros empañaban mi ventana, así que no podía ver claramente el verde paisaje. Apareciste tú, radiante, me miraste, sonreíste, y te sentaste al lado mio. En ese instante admiré tu valentía (bueno la verdad es que yo no sabía si tu sentías lo mismo que yo, así que era subjetivo), me comenzaste a hablar de cosas sin valor, pero para mi el hecho de escuchar tu voz ya era un regalo esperado.

Y pensar que desde ese día ya han pasado veinte años... y ahora estamos aquí, en el mismo paradero en el que nos enamoramos, recordando aquellos tiempos, tiempos sin canas, sin arrugas, sin preocupaciones mayores... y puedo darme cuenta que cada vez, cada día que pasa, te amo mas.




Dedicado a la mejor.




Paz.

domingo, 8 de mayo de 2011

Es sólo un sueño...

Un calor rápido que de pronto invadió todas mis venas, un calor con sentimientos, una cara poco irreconocible pero conocida, estaba cerca, mirándome fijamente con los párpados abajo. Un cuerpo sin ropa, al lado del mío, un brazo sobre mi espalda. Sentí cariño por él. Lo abracé y me dormí, con él y mi felicidad.
Al día siguiente desperté, me di vuelta y él ya no estaba. Sentí el pecho apretado. Me quedé un rato largo mirando fijamente el techo blanco y preguntándome por qué. Lloré.
El despertador sonaba y ya era lunes otra vez. No estaba atrasada aún, pero tampoco podía gastar minutos en pensar en él, en pensar en algo irrecuperable. Me levanté, recordé el sueño, era sólo un sueño, pero al igual que en el sueño, no sé por qué, lloré.


Paz.